10 noviembre 2010

02 noviembre 2010

Nunca estuviste tan lejos


Ya nada puede ser, sólo la tristeza, que trato de disimular. Dónde se esconde la esperanza, por qué rechaza mi trato. Espanto a los sueños muertos, demasiado dolor para ahuyentar. No necesito un cirujano cardiovascular, sino una costurera de corazones y tiempo eterno para que se recompongan los sentimientos.