28 octubre 2008

Cuando no debes ser tú


He conocido personas que no sólo son deshonestas, sino que además saben que lo son al ocultar sus verdaderos pensamientos, y aún y todo se consideran inteligentes por ello.
Estas gentes opinan que siempre será mejor ser un conformista circunstancial que tener problemas por no serlo, o lo que es peor, terminan adoptando un comportamiento de apariencias que es casi como la negación, la inexistencia, la anulación de si mismos.
Y ni tan siquiera les preocupa.
Creen que con el tiempo lograran zafarse de sus actitudes de conveniencia, que conseguirán desprenderse de sus temores, que podrán abandonar el cautiverio de la deshonestidad. Y mientras tanto continúan esperando el momento propicio, atrapados en su invisibilidad. Pero es muy probable que ese día nunca llegue y que el deseo de alcanzar su libertad perezca en el intento.

Hay algo que si tengo claro. Algunas personas transitan por la vida, esquivando los charcos que aparecen durante el camino, para evitar mojarse. Otras, deciden pagar ese peaje.

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